sábado, 22 de octubre de 2016

Características del Medioevo

Características  del Medioevo:



     Siguiendo un criterio doctrinal más que histórico (los historiadores lo ubican en el siglo V), decimos que este periodo inicia en el 680-81 con el III concilio de Constantinopla en el cual se define la doble voluntad de Cristo, y con el cual se termina de dar claridad (hasta cierto punto) a los interrogantes doctrinales sobre la persona de Cristo y la Santísima Trinidad. Termina con la muerte del Papa Bonifacio VIII en el año 1303, momento en el cual podemos decir que empieza a vislumbrarse un ambiente de secularización en la sociedad.

     Es una época marcada por dos realidades el imperio y la Iglesia, las cuales en algunos momentos se entremezclan trayendo consigo consecuencias como la intromisión de la Iglesia en algunos asuntos de estado y la intromisión del estado que en esta época estaba representado por el emperador o los reyes en muchos de los asuntos de la Iglesia, como la elección de obispos, manipulación de presbíteros e incluso la designación de Papas.


En el Medioevo cambia el modelo social de la esclavitud al feudalismo el cual se dio como consecuencia del decaimiento de la ciudad producto de las invasiones bárbaras, las cuales obligaron a abandonar la ciudad buscando refugio en las zonas rurales, esto nutrido además por la crisis económica y alimentaria que se vivía. Los grandes terratenientes acogían en sus feudos y brindaban una posibilidad laboral, casi que de servidumbre, a quienes llegaban formándose de esta manera una nueva pirámide social.



Bajo este modelo caracterizado por el colonato o relación siervo vasallo que la Iglesia se encarga de reforzar a través de los ritos del homenaje o promesa de obediencia, el juramento de fidelidad que se hacía sobre los evangelios cuyo  incumplirlo se consideraba delito y la investidura que consistía en la entrega de tierras o cargos.

     Como los cargos que se daban podían ser eclesiásticos pronto la Iglesia quedo insertada dentro de este modelo, convirtiéndose los cargos eclesiales en feudos que el señor podía dar a sus vasallos. Pronto los señores feudales comenzaron a construir en un primer momento iglesias, nombrar sacerdotes para estas, y usufructuarse de ellas, poco después se daban Abdías y obispados, esto no termina aquí el rey alemán Otón I elige para sus principados obispos dando origen a la figura príncipe obispo y su lugar de residencia comenzó a conocerse como palacio episcopal, como estos cargos daban lujo y prestigio a quienes los ostentaban se dio un triste periodo en el que algunos cargos eclesiásticos estaban asumidos por hombres sin ninguna vocación quienes solo les interesaba el prestigio y dinero que de ellos lograban descuidando por completo las almas a su cuidado.


Con la creciente tención entro la iglesia de oriente y occidente y las invasiones de los pueblos bárbaros, el Papa centra su mirada en el pueblo bárbaro mejor establecido que para ese momento eran los francos, con la ascensión al poder de Carlo Magno ambos se ven beneficiados, por un lado la Iglesia acompaña sus campañas militares llevando el evangelio a los pueblos que van siendo conquistados y por el otro Carlo Magno brinda protección a la iglesia y con su visión progresista organiza una formación de calidad para los presbíteros. Sin embargo esta situación dio origen para que tiempo después de la muerta de este, la Iglesia viviera uno de sus periodos más difíciles conocido como: la edad de hierro del pontificado el cual se caracterizo por el dominio de los feudales sobre la santa sede, llegando  a la aberración de someter el primado a la política y no a la fe trayendo como consecuencia conflictos entre pontífices y episcopos y ya no solo por cuestiones doctrinales o verdades de fe. Como el cargo es político cayó en algunas ocasiones en manos hombres con poca o ninguna vocación de servicio como el caso de Sergio III quien no solo cometió asesinato sino que se enredo afectivamente con Morozia una mujer casada, faltando no solo a su celibato sino cometiendo además adulterio. También se da el caso del emperador Papa Juan XII quien tampoco tenía vocación.

Como podemos ver a lo largo de toda la edad media se dieron constantes conflicto entre la Iglesia y el estado como también periodos de armonía y ante todo mutua colaboración.

     Hacia el año 1054 se da el cisma definitivo entre oriente y occidente, entre los motivos más relevantes para esta ruptura esta el Filioque: la Iglesia latina dice que el Espíritu Santo “procede del Padre y del Hijo”, la bizantina fiel al símbolo niceno-constantinopolitano dice “que procede del Padre” , pero además de ello la Iglesia de oriente cuestionaba las costumbres de la Iglesia romana como el celibato. En este tira y afloje entre ambos se termino con la excomunión mutua rompiendo relaciones hasta 5 de Enero de 1964 cuando se encuentran el Papa Pablo VI y el Patriarca ecuménico de Constantinopla Atenágoras I  


Con la creciente expansión musulmana y la pérdida de muchos lugares antes impregnados por la fe cristiana el Papa Urbano II escuchando los llamados de la Iglesia oriental y convoca la primera de ocho cruzadas, las cuales tuvieron diferentes desenlaces. En el siguiente vídeo podemos ver las implicaciones que aún están vigentes de estas cruzadas.