Características del Medioevo:
Siguiendo un criterio doctrinal más que
histórico (los historiadores lo ubican en el siglo V), decimos que este periodo
inicia en el 680-81 con el III concilio de Constantinopla en el cual se define
la doble voluntad de Cristo, y con el cual se termina de dar claridad (hasta
cierto punto) a los interrogantes doctrinales sobre la persona de Cristo y la
Santísima Trinidad. Termina con la muerte del Papa Bonifacio VIII en el año
1303, momento en el cual podemos decir que empieza a vislumbrarse un ambiente
de secularización en la sociedad.
Es una época marcada por dos realidades el
imperio y la Iglesia, las cuales en algunos momentos se entremezclan trayendo
consigo consecuencias como la intromisión de la Iglesia en algunos asuntos de
estado y la intromisión del estado que en esta época estaba representado por el
emperador o los reyes en muchos de los asuntos de la Iglesia, como la elección
de obispos, manipulación de presbíteros e incluso la designación de Papas.
En el Medioevo cambia
el modelo social de la esclavitud al feudalismo el cual se dio como
consecuencia del decaimiento de la ciudad producto de las invasiones bárbaras,
las cuales obligaron a abandonar la ciudad buscando refugio en las zonas
rurales, esto nutrido además por la crisis económica y alimentaria que se
vivía. Los grandes terratenientes acogían en sus feudos y brindaban una
posibilidad laboral, casi que de servidumbre, a quienes llegaban formándose de
esta manera una nueva pirámide social.
Bajo este modelo
caracterizado por el colonato o relación siervo vasallo que la Iglesia se
encarga de reforzar a través de los ritos del homenaje o promesa de obediencia,
el juramento de fidelidad que se hacía sobre los evangelios cuyo incumplirlo se consideraba delito y la
investidura que consistía en la entrega de tierras o cargos.
Como los cargos que se daban podían ser
eclesiásticos pronto la Iglesia quedo insertada dentro de este modelo,
convirtiéndose los cargos eclesiales en feudos que el señor podía dar a sus
vasallos. Pronto los señores feudales comenzaron a construir en un primer
momento iglesias, nombrar sacerdotes para estas, y usufructuarse de ellas, poco
después se daban Abdías y obispados, esto no termina aquí el rey alemán Otón I
elige para sus principados obispos dando origen a la figura príncipe obispo y su lugar de
residencia comenzó a conocerse como palacio
episcopal, como estos cargos daban lujo y prestigio a quienes los
ostentaban se dio un triste periodo en el que algunos cargos eclesiásticos
estaban asumidos por hombres sin ninguna vocación quienes solo les interesaba
el prestigio y dinero que de ellos lograban descuidando por completo las almas
a su cuidado.
Con la creciente
tención entro la iglesia de oriente y occidente y las invasiones de los pueblos
bárbaros, el Papa centra su mirada en el pueblo bárbaro mejor establecido que
para ese momento eran los francos, con la ascensión al poder de Carlo Magno
ambos se ven beneficiados, por un lado la Iglesia acompaña sus campañas
militares llevando el evangelio a los pueblos que van siendo conquistados y por
el otro Carlo Magno brinda protección a la iglesia y con su visión progresista
organiza una formación de calidad para los presbíteros. Sin embargo esta
situación dio origen para que tiempo después de la muerta de este, la Iglesia
viviera uno de sus periodos más difíciles conocido como: la edad de hierro del pontificado el cual se caracterizo por el
dominio de los feudales sobre la santa sede, llegando a la aberración de someter el primado a la
política y no a la fe trayendo como consecuencia conflictos entre pontífices y
episcopos y ya no solo por cuestiones doctrinales o verdades de fe. Como el
cargo es político cayó en algunas ocasiones en manos hombres con poca o ninguna
vocación de servicio como el caso de Sergio III quien no solo cometió asesinato
sino que se enredo afectivamente con Morozia una mujer casada, faltando no solo
a su celibato sino cometiendo además adulterio. También se da el caso del emperador Papa Juan XII quien tampoco
tenía vocación.
Como podemos ver a lo
largo de toda la edad media se dieron constantes conflicto entre la Iglesia y
el estado como también periodos de armonía y ante todo mutua colaboración.
Hacia el año 1054 se da el cisma definitivo entre oriente y occidente, entre los motivos más relevantes para esta ruptura esta el Filioque: la Iglesia latina dice que el Espíritu Santo “procede del Padre y del Hijo”, la bizantina fiel al símbolo niceno-constantinopolitano dice “que procede del Padre” , pero además de ello la Iglesia de oriente cuestionaba las costumbres de la Iglesia romana como el celibato. En este tira y afloje entre ambos se termino con la excomunión mutua rompiendo relaciones hasta 5 de Enero de 1964 cuando se encuentran el Papa Pablo VI y el Patriarca ecuménico de Constantinopla Atenágoras I
Hacia el año 1054 se da el cisma definitivo entre oriente y occidente, entre los motivos más relevantes para esta ruptura esta el Filioque: la Iglesia latina dice que el Espíritu Santo “procede del Padre y del Hijo”, la bizantina fiel al símbolo niceno-constantinopolitano dice “que procede del Padre” , pero además de ello la Iglesia de oriente cuestionaba las costumbres de la Iglesia romana como el celibato. En este tira y afloje entre ambos se termino con la excomunión mutua rompiendo relaciones hasta 5 de Enero de 1964 cuando se encuentran el Papa Pablo VI y el Patriarca ecuménico de Constantinopla Atenágoras I
Con la creciente expansión
musulmana y la pérdida de muchos lugares antes impregnados por la fe cristiana el
Papa Urbano II escuchando los llamados de la Iglesia oriental y convoca la
primera de ocho cruzadas, las cuales tuvieron diferentes desenlaces. En el
siguiente vídeo podemos ver las implicaciones que aún están vigentes de estas
cruzadas.
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